domingo, 25 de enero de 2009

El Dragón de Nubes

Intervalo II


Bombones. ¿Dónde conseguiría bombones a esa hora, en estos días de calor? Por las ventanillas de los compartimentos miraba con atención, buscando al vendedor ambulante, pero no había nadie a quien rogarle por bombones.

Aquiles caminaba como perdido, desvaneciéndose a cada segundo que pasaba, pensando que, a su regreso, Brunilda lo mataría.

- ¡¡¡Bombones, Aquiles, tráeme bombones!!!

Y Aquiles había desaparecido, envuelto en una nube de papeles y zapatos que la reina le había arrojado.

Sus pasos describían canciones fúnebres, su sombra se reía de aquellas melodías. La luz blanca del vagón que estaba de guardia por las noches, no hacía más que perlar el sudor que bañaba su frente.

De repente, una visión insólita: detrás de la puerta, en un compartimento de clase turista, ellos, apretados como sardinas, transpirando de calor, dormidos. Y seguida al panorama, una idea…

¿Acercarse? ¿Por qué no?

Apenas una puerta los separaba, apenas si respiraban el aire hiriente del vagón, concentrados en sus sueños, susurrándoselos o gritándoselos a ronquido limpio.

Además, el papel que Lola traía en las manos le resultaba oscuramente atractivo, como un patio central de los conventos...

Leyó con celeridad, luchando con las luces bajas del tren, sumido en la noche y el sueño:

- Queridos Amigos Les envío esta carta a medio camino de Pueblo Perdido, desde un alto en el camino. En el tren me he encontrado con una viejecita muy amable que resultó ser una tía de mi madre. Estelado es más pequeño de lo que parece, ¿no lo creen así? Herminia me ha ofrecido su casa en Pueblo Perdido para que pase la noche, de manera que, no tendré que preocuparme por conseguir alojamiento. Simplemente, esperaba que me confirmaran si abordaron el tren de la madrugada...; si es así los buscaré en la estación por la mañana.

Ah, y algo más. Si no me equivoco, ese tren de madrugada, es el mismo que cruza los pueblos Tres Marías y que Lili nos había nombrado en su carta anterior. Por tanto, en el mismo expreso que ustedes, viaja Brunilda. Espero que sean cuidadodsos y no se dejen ver.

Por otro lado, les envío la carta que recibí de Lili… no hay muy buenas noticias…

Queridos chicos: -decía- Espero que hayan dormido bien. ¿Pero que quieren que les diga?. Estoy aquí con Flora que no hace más que lamentarse. Yo ya le he explicado que, aunque estén viajando con Brunilda, (porque, sí, si hacen bien los cálculos descubrirán que comparten el tren), aún tienen grandes ventajas sobre ella. Ustedes son seis, no cargan casi peso, y por cuenta propia les he reservado un avión en el Club del Vuelo, de manera que, en pocas horas, alcanzarán la Zona de Cuevas. El piloto es Diego Taci, y la nave es “La III”.

Mucha suerte, contam,os con ustedes,

LOS QUIERE MUCHO, LILI

Al levantar los ojos del papel, sonrió. Ya no necesitaba llevarle bombones a Brunilda y…

- ¡Hey! –le dijo Lola despertando de repente y viendo a Aquiles con la carta de Lili.- ¿Qué haces con esa carta? Es mía.

- Se le cayó al suelo, señorita. Creí que podía perderla. –le respondió Aquiles, entregándole la carta a Lola. Ésta lo miró con recelo mientras se alejaba, desapareciendo del compartimento.

Por la ventanilla se colaban el espesor oscuro de los montes y la languidez de las estrellas. Llegaba, desde las entrañas mismas, el traqueteo de las máquinas, el volumen del carbón. El olor a negrura y noche.

Lola se adormeció de la misma manera que había despertado.

Por el pasillo, llegaba el sonido de los pasos de aquel hombre pequeño y jorobado, que tarareaban, alegremente, una canción…


7 comentarios:

silvia zappia dijo...

Se va tensando el relatoooo!!!!!!!!
Me gustan estos intervalos, hacen que aumente la ansiedad de la espera...

"Por la ventanilla se colaban el espesor oscuro de los montes y la languidez de las estrellas. Llegaba, desde las entrañas mismas, el traqueteo de las máquinas, el volumen del carbón. El olor a negrura y noche." Y por este párrafo sinestésico aplaudo y grito:bravooooo!!!!!


Un gran beso,espiando la escena desde el pasillo...

lunaazul dijo...

Me encantó, me gusta sumergirme en la mágia de este relato. "sus zapatos describían canciones fúnebres" es tremendo y lo que comenta rayuela "Por la ventanilla..." es precioso, es poesía a pasar de que una vez me comentaste que la poesía no era lo tuyo, pero en tus escrito hay poesía.

Un gran beso

silvia zappia dijo...

Señora Rolalola:
Aplaudo fervorosamente depie
lo
que
deusted
ha
salido
y
plantado
enmijardinzigurat

Grande eldiseño y grandeslasletras!!!!



AguAnTe RoLaAAAAAaaaaAAAAA!!!!
******************************
Besos!!!!!********************

Rastros caníbales dijo...

cuando leo sus textos, siempre me hago la misma pregunta ¿de donde saca las historias? son algo sabatianas... No? este relato es así.
un saludo Dragón.

CeLeS! ~ dijo...

Me encantó lo de "olor a negrura y noche"...
Este Aquiles, me tiene que caer bien?


Aplausos Rola, más aplausos!

gRaViToN...♫♪ dijo...

me gusto que relaciones la musica con la alegria!
tambien me gusto tu forma de escribir,FIEL REFLEJO DE QUE UN LAPIZ PARA TU SER, es una llave del ego.

salu2

Redacción Multimodal.ar dijo...

por fín me hice tiempo para leer el intervalo II! y qué gusto enorme el haberlo leído... me encantaron las analogías que están por todo el texto. Me encantó este episodio especialmente, por una ambientación que obviamente me sugiere un bienestar indescriptible. No te quepan dudas de que mientras leía imaginaba el traqueteo de las ruedas sobre los rieles... sonidos por demás de felices :)

un saludo y muchas felicitaciones rolalola!! espero seguir pronto con la historia, como cada vez que termino de leer un episodio.

trenazul.