jueves, 7 de agosto de 2008

Las mariposas rojas (finales 2006)



- Gino Cipriani era ladrón en Cerdeña….
- ¡¡Pero cómo se le ocurre….!!
- Sé que esto no es agradable, Nora; pero déjeme terminar: así comprenderá variadas cuestiones acerca de su marido que, tal vez, desconozca, y la policía por otro lado, deberá dejarla libre. –.
Estamos en penumbras, bajo un verano ardiente en Mar del Plata; el calendario reza “25 de enero de 1956”. En la comisaría, frente a Carlos Goat, Francisco Guijón, quien toma nota, y la acusada señora Cipriani, retomo la narración.-
- Gino Cipriani, como saben, nació y se crió en Cerdeña. Hace unos años, siendo joven aún, a sus treinta, logra acumular una provechosa fortuna: campos, amplias sumas de dinero y una colección de arte sardo de la época de los cartagineses. A su lado en Cerdeña, se encuentran María, su esposa, quien no ve o finge no ver en que anda su marido, y sus tres hijos. Era, podríamos decir, una familia feliz: gozaban de una buena posición, eran respetados…. Sin embargo, Gino Cipriani no es un vulgar ladrón, sino que gusta de robar. Es por esto que concibe un plan para adueñarse de cinco sublimes hebillas de oro rojo con forma de mariposas, pertenecientes a los Raga, clan de orfebres de respetada posición en la isla. Al advertir el robo, la familia recurre a sus contactos y Cipriani, asustado, abandona a su esposa e hijos y se traslada a la Argentina. De Buenos Aires llega a Mar del Plata, a trabajar en el puerto, como tantos otros, pero, con otro nombre. Aquí se instala, trabaja. A la llegada de una nueva sarda al barrio acude a conocerla, se enamora nuevamente, se casa con esta señora, aquí presente.
“Pasan cuatro años tras su llegada a América, sólo uno de su casamiento, y no sabe que los Raga siguen buscándolo, herido su orgullo. Tal vez, en un golpe de suerte; tal vez, tras un arduo trabajo, la familia de orfebres lo encuentra y manda a los dos hombres más jóvenes a recuperar las mariposas o, al menos, a vengarse por la ofensa. A la llegada de estos muchachos al país, Gino y Nora se encuentran discutiendo enérgicamente: su nueva esposa acaba de descubrir una foto de la antigua familia de su marido y, claro, está enojada. Es de noche, verano, algunos vecinos presencian la disputa, y, como declararon, oyen como Nora jura vengarse de Gino. Ella se va a una pensión por un tiempo. Así es que, solo un día más tarde, Gino Cipriani es acorralado en su propia casa por los hermanos Raga, es sometido a un cuidadoso interrogatorio y, como seguramente estaba planeado, es asesinado a sangre fría.-
“Tras el crimen, la policía, ustedes, arresta a Nora por matar a su marido en un momento de furia, en vistas de su doble vida. Pero, como verá, no vale la pena seguir reteniéndola aquí. Logré ponerme en contacto con María, en Cerdeña; averigüé donde se hospedan aún los dos hermanos Raga y hasta encontré…. –digo sacando una Biblia gruesa, de lomo negro brillante. La abro y encontramos que está hueca y que no quedan vestigios de las cinco mariposas de oro rojo sobre un molde forrado con terciopelo negro.- …esto.
******
- ¿Puedo hacerte una pregunta?. –. Ya estamos afuera; Nora Raga y yo caminamos hacia la estación de trenes, luego de algunas horas durante las cuales Carlos Goat “confirmó” mi “hipótesis”.- ¿Qué valor, además del hecho de ser de oro rojo, tienen esas mariposas?. –. Nora sonríe bajo el atardecer marplatense.
- Eran un regalo, debían ser un regalo de mi familia a la familia de mi prometido; una mariposa por cada mujer de la familia: abuela, madre, tres hermanas. Fuimos deshonrados con su robo.
- Y no te casaste.
- No.
Nora, camina y a medida que avanzamos, saca de su cartera negra un espejito y un lápiz labial. Se lo aplica sobre dos labios que son dos mariposas. Su vestido negro y su velo de luto surcan su cuerpo esbelto y lo asemejan al de Marlene Dietrich. Sus ojos pardos brillantes me sonríen de refilón.
- Entonces, buscaron a Gino Cipriani, te casaste con él y cuando encontraste las mariposas, mandaste por tus hermanos.
- Claro. –responde con su extraño acento, aplicándose color en las mejillas.
- Y lo mataron.
Nora es de esas mujeres, me doy cuenta ahora, que sonríen de mil y una maneras y saben confundirnos sin necesidad de actuar. Nora termina de pintarse, guarda el espejito y se arregla el pelo como una niña que sale de la escuela.
- Así que… Nora Raga, de los orfebres Raga, de Cerdeña…. Todo por cinco hebillas de oro rojo.
- Cinco hebillas de oro rojo. –repite. Su vestido, ahora, trepa por sus piernas y, en un gesto despiadado, pasa de cubrir sus pantorrillas a rozar levemente el borde superior de sus rodillas.
- Y el tipo, mira vos, pobre Gino. –digo sin estar muy convencido de eso.- No se dio cuenta de nada, es decir… ¿nunca pensó o sospechó que vos eras una Raga….?.
- Jamás.
- ¿Todo estaba planeado…?.
- Fue planeado durante tres largos años.
Y sigue caminando como quien no quiere la cosa, como quien no ha hecho nada malo. Se adelanta unos pasos y sus tacones golpean contra el suelo y su figura se mueve al son de la noche que cae, el calor que continúa. Y entonces, me mira, mientras entramos en la estación y veo a sus dos hermanos en el anden, al lado del tren, bajo los últimos rayos dorados.
Y cuando me mira, sonríe.
- ¿Puedo preguntarte algo yo, ahora?.
- Por supuesto. –.
Tiemblo, y ella se planta junto a la entrada del vagón, tomándose de la baranda de la escalerilla.
- ¿Porqué mintió sobre la muerte de Cipriani?.
Me mira inquisitiva, y el vestido negro y sus ojos y esos labios recién pintados. Sus piernas y sus dientes, la hebilla de oro rojo que se ha colocado en la nuca, el pelo castaño que refulge a los últimos rayos del sol como la mariposa. Toda ella.
Y cuando dudo, me sonríe.
- Y, sí, si total…. –respondo.- él ya estaba muerto.

3 comentarios:

rayuela dijo...

Bien por Ro!
Abriste un blog! Y publicaste el primer relato que llegó a mis manos.
Es un placer leerlo y releerlo.
Y vamos por más!

Besos!
rayuela (hoy,mirando a la distancia)

Larsson dijo...

Otra de tus geniales historias Ro, al igual que Rayuela: Un placer leerte. Espero más de estos desde el fondo de su cajón Sra.
En vez de Raga leí FRaga, y sí, me cagué de risa jajaja, ese apellido te afecta la capocha xD jaja.
Bueno doña le deseo lo mejor con el blogsete, ya te estoy haciendo un link en el mío, y me voy llendo.
Molto Auguri, je.
Chauchas.

don juan botones dijo...

ro. joya el cuento. yo tambien tengo blog pero es de cosas qe leo en la internes y me interesan y las cuelgo de mi espacio. despues tengo otro personal pero no tuve oportunidad de subir nada. te mando saludos. y estoy ansioso por leer mas cosas guardadas en un cajonzuelo o en mi caso en cajas y cuadernos. saludos.